¿Qué haces cuando ya no necesitas al soldado más perfecto y más peligroso? Intentas encerrarlo en un satélite y lo pones en órbita hasta que lo vuelvas a necesitar (y esperas que no sea nunca). ¿Y si se escapa? Bueno, pues se enfadará y se volverá bastante violento.
El planeta Jerra tiene exactamente este problema. M. D. Geist supera las batallas y la muerte, y cuando tiene la oportunidad de activar el programa del Juicio Final, el Ejército de la Muerte lo atrapa y convierte la superficie de la Tierra en un auténtico campo de batalla, con miles de robots que empiezan a destruir toda la vida del planeta.