Tanakayam intenta una vez más capturar a Gyopi, un pez volador rosa, usando como cebo a una preciosa pececita amarilla llamada Gyopo. Las escenas de amor de Gyopi y Gyopo tienden a ser extemadamente dulces con los peces de ojos brillantes y emitiendo hermosos sonidos que, o les derretiran y les harán soltar una risilla tonta o les matara de un ataque de diabetes agudo. La dueña de Gyopi, Chitose, no se divierte en absoluto, porque cree que su único y exclusivo Gyopi es demasiado para un ordinio pez de 100 yenes como Gyopo.