El film nos narra las aventuras de una gatita blanca llamada Tamala, que viaja por el espacio en dirección a la constelación de Orión en busca de su verdadera madre. En su viaje interplanetario conocerá a su pareja, un gatito blanco que viaja en un deportivo, un perro pervertido alocado al que le gustan las ratoncitas, un perro zombie que sabe mucho sobre el pasado de la civilización gatuna y muchos seres más que parecen surgidos del sueño de alguien que duerme en estado febril.
La estética del largometrage es muy "naif", casi pareciendo un dibujo infantil pero influenciado claramente por las primeras obras del dios del manga Osamu Tezuka. Está realizada en 3D, aunque la mayoría de los fragmentos los han pasado a la animación simulada del 2D más tradicional.