Japones
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Corazones, chocolates, conejos, kendamas y, de nuevo, un ave parlante... Así es kyoAni y por eso lo adoramos.
Llegó San Valentín, pero el distrito comercial no parece haber recibido el mensaje, por lo que Tamako toma las riendas y decide animar las cosas; muy al pesar de su tradicionalista padre. Por otro lado, Midori, una de las amigas de nuestra protagonista, se encuentra algo pesadumbrada, ¿será la influenza o hay algó más que la tenga en ese estado? No sabemos, pero hasta ahora, estamos conformes con las conclusiones previas.