"Mi padre había muerto". Al recibir este mensaje de mi madre, volví a casa por primera vez en 2 años para asistir al funeral. Debido a que mi padre se había casado con ella mientras yo estaba de camino al colegio, era la primera vez que la veía. Mi padre nació en el seno de una familia rica, y había sido una persona muy espléndida. Éste era su cuarto matrimonio. Cuando abrí la puerta y me encontré con mi madrastra, me sorprendió su parecido con mi madre verdadera. Puede parecer desvergonzado, pero sentí la necesidad de perderme en su pecho como hacía cuando era pequeño.
Cuando vi la miserable figura de mi padre, que había muerto al caer de un caballo, me pregunté qué habría podido atraerles a ella y a mi madre. Al día siguiente, un hermoso carruaje llegó a la casa. Era de mi abuelo. Él quería ocuparse de nosotros debido a que nuestra casa estaba hipotecada. No lo sabía en aquel momento, pero mi abuelo tenía otra razón para hacer aquello. No tenía ningún familiar varón. De este modo, me acogió como su heredero. En éstas circunstancias fuimos mi madrastra y yo a casa de mi abuelo.